Choco, su madre Petra y sus dos hermanos, Leonor y Dingo, fueron recogidos de unos soportales en Coia donde no tenían cobijo alguno a causa de unas obras, en el año 2016. Estaban todo el día a la intemperie, los vecinos no los querían allí, acercaban a sus perros para asustarlos y se subian a los árboles para escapar.
Choco es una gata que, como en otros muchos casos, cuando llegó se mostraba muy agresiva y ahora ya se deja tocar y le gustan los mimos.
Pasa muchas veces que llegan siendo muy bravos porque están asustados viéndose de un día para otro en un sitio nuevo, un entorno desconocido para ellos, pero con tiempo, paciencia y confianza, bajan el nivel de agresividad. A veces se convierten en gatos amorosos y achuchables, otras solo llegan a permitir que les roces, pero su tolerancia a las personas siempre mejora. Dale un hogar a Choco contactando con adoptaproyectogato@gmail.com.
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