Esta preciosidad es consecuencia de la irresponsabilidad o desconocimiento de muchos dueños que cogen gatos y no los castran. Las hembras llegan con barriga, y entonces en algunos casos (demasiados) las tiran a los contenedores, o bien esperan a que nazcan para enterrar a los recién nacidos, como fue el caso de Rubita en 2015.
Rubita es una gata joven, cariñosa y muy juguetona, y espera una oportunidad responsable y definitiva.
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Amadrinada por Ana Villar 🙂