Jessi fue recogida en 2013, moribunda y convulsionando. A ella y a Loki las habían envenenado en la antigua estación de Renfe. Afortunadamente, las dos se salvaron.
Jessi es una gata muy tranquila, amante de las siestas. Le encanta sentirse acompañada y aunque no busca subirse encima, le gusta estar cerca. Es una gran ronroneadora, y le encantan los mimos y achuchones. Actualmente, se encuentra en una casa de acogida.
Amadrinada por Carolina Santamarina 🙂