Mami Jaune llegó procedente de la colonia de Pizarro junto a su precioso hijo Nietzsche. Costó mucho tiempo cogerla porque no había manera de que entrara en la jaula, demasiado lista 🙂
La soltamos hace poco tiempo con el resto de gatos, pero le está costando adaptarse. Se mantiene agazapada en una esquina y, al menos en nuestra presencia, no se mueve de allí.
Cuando estaba en su jaulita dejó sacar en ocasiones su lado de fierecilla, ahora, una vez suelta, lo que tiene es mucho miedo, así que necesita tiempo para acostumbrarse al nuevo entorno, a sus nuevos compañeros gatunos y a nosotros los humanos, con los que hasta ahora no había tenido que tratar tan de cerca. Eso sí, tiene toda la ayuda de su madrina Paula Ramiro.
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