Ali llegó al refugio procedente de la zona de San Roque para ser castrada y, en un principio, ser devuelta. Su cuidador encontró a una persona que quería adoptarla y la mantuvimos con nosotros hasta entonces, pero finalmente la adopción se cayó y dado que ya había pasado bastante tiempo, decidimos no soltarla de nuevo.
Ali era una gata con carácter, que llegó siendo bastante arisca y huidiza pero que con el tiempo, se fue suavizando.