Balú se salvó de un envenenamiento en Beade en 2016.
Es una gata viejita, intocable, inmuno, estuvo muy pochita del hígado, le costó mucha arrancar y recuperar y ahí está aguantando. Es una gata difícil, miedosa, que tenía costumbre de esconderse en sitios imposibles y cierta tendencia a la fuga. Ahora está más tranquila y se va dejando manipular. Esta gatiña es una auténtica preciosidad.
Amadrinada por Iván Comesaña 🙂
Octubre 2020 -> Fallecida 🙁