En 2017 nos dieron aviso de este gatiño en un establecimiento de la zona de la Guía donde iba a pedir de comer y no era bien recibido por todas las personas que pasaban por allí.
Es un gatiño callejero al que también alimentaba algún vecino, un gato muy cariñoso con la gente, un verdadero amorcete, nos da mucha pena sacarlo de su entorno habitual, donde el animaliño vivía tranquilo, nuestra intención era castrarlo y devolverlo, pero en este caso no parece posible, por lo que pedimos con urgencia una adopción para él.