Julio 2012
Febrero 2010
A Kimy la dejaron tirada en una caja de cartón. La cuidadora de una colonia, Maika, la recogió, salvándole la vida.
Lo paso terriblemente mal, aún no sabemos cómo sobrevivió las primeras semanas, sin querer probar bocado, sin dejarse tocar…
Su «propietaria» se enteró y llamó a la protectora para interesarse por la gatita, alegando que tenia muy mal carácter y en un viaje su madre aprovechó para tirarla, ya que su hermana se había quedado embarazada. Nunca más volvió a interesarse por la pobre gata.
Ahora se ha trasformado en una gata buena, dulce, cariñosa y amante de los mimos; demostrando una vez más que aquí el problema son los humanos.
Esta totalmente recuperada y se merece una casa donde la quieran de verdad.