Esta gatiña es una de las de la colonia de Nigrán, en la cual la persona que se encargaba falleció y ahora la atienden los vecinos de la zona. En concreto, La Huesos, fue llamada así por lo extremadamente delgada que llegó, con diarrea, catarro…
Vino tan mal que necesitó suero para poder levantar, y aun recuperada, a nuestra pobre le costó coger peso. Ahora, por fin ha dejado de ser un huesiño y tiene mucho mejor aspecto, y ya podemos valorar esterilizarla para seguir mejorando su calidad de vida.