Tom tuvo la suerte de ser rescatado de la calle el verano de 2018 y estuvo en una casa de acogida donde convivía con otros gatos hasta ser testado y dar positivo en leucemia.
Nos dejó unos meses después de forma inesperada. Parecía que había estabilizado y haciendo vida normal, tuvo un pequeño bajoncillo en su estado, pero controlado, y en dos días se nos fue, sin haber desmejorado y sin que hubiera grandes cambios en él que hicieran pensar en algo tan inminente, simplemente nos dejó. Hasta siempre precioso.