Yanka es un superviviente, es uno de esos casos en los que invertimos meses en cuidados y esfuerzos, pero como se puede apreciar, la recompensa merece totalmente la pena.
Podéis ver aquí la herida con la que nos encontramos a Yanka y cómo cerrar esa herida y hacer que su pelaje volviera a crecer fue todo un desafío, especialmente, a veces porque Yanka no es precisamente colaborador.
Tiene un fuerte carácter y un miedo pronunciado, fruto de esa difícil situación y, a menudo, reacciona con agresividad, pero estos meses en el refugio han convertido a Yanka en más asustadizo que gruñón, y eso a conquistado el corazón de su madrina Sofía Fernández. Igualmente, esperamos que una familia responsable lo adopte contactando a adoptaproyectogato@gmail.com y le dé todos los mimos que le han faltado a este luchador.
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